CARLOS DEL CASTILLO O LA MAESTRÍA DE CONTAR HISTORIAS QUE INSPIRAN…

Una buena película es la expresión de una multitud de emociones y sentimientos que el director, como un pintor frente a un lienzo en blanco, va llenando de armonioso colorido, matizado en el trazo que plasma en cada pincelada. Porque si en algo se parece una gran película a una obra de arte es en el dominio de la técnica del artista pero sobre todo en transmitir desde y con el alma esos mensajes sutiles, casi etéreos, algunas veces imperceptibles que solo la narrativa del séptimo arte logra hacer llegar a quien esté abierto a hablar y entender ese idioma que no necesita acudir a la palabra. Esa es la magia del cine… Y de las películas que ha realizado nuestro invitado.

Por: Odette Ferré 

Periodista Cultural

Gestora de Proyectos y Espacios Culturales

 

Hablar sobre el director de cine colombiano Carlos del Castillo es adentrarse inexorablemente en las turbulentas aguas de los últimos veinte años del cine colombiano. Desde la entrada en vigor de la ley de cine en el 2003, Colombia se convirtió de la noche a la mañana en un referente para Latinoamérica gracias a las nuevas políticas que buscaban incentivar un sector artístico que no contaba con recursos suficientes para asumir, en muchos casos, costosas producciones. Gracias a estos estímulos, la segunda oleada de jóvenes realizadores, que desembarcaron con el nuevo milenio, han convertido al país en un actor importante en la escena del séptimo arte en América Latina y en otras latitudes.

Carlos del Castillo es uno de estos talentosos directores que iniciaron su carrera con el rigor y la seriedad que ella exige sin dejar de lado una creatividad desbordante y el sueño de contar bellas historias. Porque si por algo se caracteriza el cine hecho por Carlos es por las historias y la manera de abordarlas, de contarlas en la gran pantalla. A su impecable técnica y la dirección de actores se suma la gran sensibilidad que se percibe en la puesta en escena de cada plano de sus creaciones. Esas narraciones nos transportan y nos llevan a lugares donde conviven personajes que muy seguramente evocan a los espectadores los referentes en el cine que son una fuente de inspiración para este hacedor de historias que también inspiran. De todo esto y mucho más hablamos con el multipremiado director que con solo dos películas como realizador ha conquistado los escenarios y festivales de cine más prestigiosos del mundo y quien muy seguramente nos seguirá dando muchas más buenas sorpresas.

¿Cuál es tu primera motivación, lo que te inspira para realizar una película, qué tipo de historias crees que deberían ser contadas en el cine?

El Amor. En todas sus formas. Cualquier historia que lleve un mensaje profundo a la humanidad a partir de lo más simple, es una historia digna de ser contada. El amor lo mueve todo, es el motor del universo, el motor del arte y del artista.

En una entrevista hablabas sobre tu Ópera Prima, La Ciénaga: entre el mar y la tierra y mencionabas que hacías Cine de amor. ¿A qué te refieres con esto?

Precisamente, creo en las historias en las que «el amor» lo sobrepasa todo. Un Cine de amor… de historias que inspiren al hombre a mejorar en algún aspecto de su vida. Que nos permitan ver de manera positiva lo que está frente a nosotros y que nos perdemos a diario. Nuestro cine, es un cine que se aleja de la violencia, del narcotráfico, de la guerra, y de todo lo que normalmente solemos resaltar como sociedad, pues si bien es cierto que aquello hace parte de una realidad histórica, queremos contar las «otras» historias, las de la gente que lucha cada día y sale adelante y logra un equilibrio a pesar de las dificultades.

Para un director joven como tú pero que cuenta con más de veinte años de experiencia en este medio, ¿cómo viviste el hecho de recibir alrededor de diecisiete prestigiosos premios por tu Ópera Prima? ¿En qué aspectos cambia tu relación con la industria y con tu propio trabajo al ser reconocido con una primera obra?

Fue algo absolutamente inesperado. Nunca pensamos lograr el éxito que alcanzó la película. Tuvimos siempre muy claro que estábamos jugándonos todo. Fue un equipo de 21 personas en condiciones muy difíciles, con un presupuesto diminuto, y sin embargo logramos mucho. Eso nos ha inspirado a seguir adelante con nuestra idea inicial, de contar ese tipo de historias y nos pone la vara muy alta para continuar con esta tarea por un cine universal.

Hablemos de tu segunda película, El niño de los mandados. Cuentas que está inspirada en una historia real. ¿Cuál crees que es el elemento o elementos que hace (n) que esta historia conmueva tanto a los espectadores desde la primera imagen? Yo tengo mi teoría y es que tú conoces y manejas perfectamente la parte técnica y además tienes experiencia frente y detrás de cámaras. Y eso unido al hecho de que conviertes una historia ordinaria en una película extraordinaria imprimiéndole tu toque de magia que la convierte en una narración universal pues da este maravilloso resultado.

El niño de los mandados es una historia muy simple. Sencilla. Con un arte y una fotografía muy armónicas. Manejamos un lenguaje muy básico en una historia llena de anécdotas. Creo que fue lo que conectó con el público. Fue como dices, un homenaje a mi padre, y a todos los que como él sacaron su vida adelante a pesar de las dificultades en nuestra pasada generación. También tuvimos un éxito inesperado con esa película gracias a un equipo de artistas increíble que logramos convocar. Siempre estaré agradecido por esa película con todo ese grupo.

"El cine en una sociedad es un mecanismo de expresión humana, de autoreconocimiento, una oportunidad para alzar la voz, para denunciar, resaltar, señalar, reconocer, sanar, perdonar, motivar, exponer, incomodar, contar."

¿En una entrevista al realizador francés Claude Lelouch, le pregunté sobre la importancia que acordaba a la música en sus películas y me dijo: “La musique c’est avec la caméra l’acteur le plus important!“ -(La música es junto a la cámara el actor más importante!”)- ¿Cuál es la importancia de la banda sonora en tus realizaciones y cómo procedes para elegir las melodías que acompañan las escenas?

Creo que la música es uno de los personajes protagónicos de una película. Tiene vida propia e interviene narrativamente y de manera constante en la historia y en cada uno de los personajes. He tenido la fortuna de trabajar con grandes compositores y todos, a partir de una propuesta, tienen toda la libertad creativa posible puesto que conocen el lenguaje de una manera tan clara que aportan un inmenso valor a cada proyecto. La música es, definitivamente, uno de los elementos más importantes en el cine.

¿Cuál crees que sea el rol o la pertinencia del séptimo arte en el fortalecimiento del tejido social y cultural de un país como Colombia?

El cine en una sociedad es un mecanismo de expresión humana, de autoreconocimiento, una oportunidad para alzar la voz, para denunciar, resaltar, señalar, reconocer, sanar, perdonar, motivar, exponer, incomodar, contar. Es definitivamente una manera de dejar un mensaje a la humanidad, y como artistas, debemos tener claro cuál es ese mensaje y en qué aporta a esa sociedad, y sobretodo a una tan lastimada y conflictuada como la nuestra.

¿Cuál es el mayor reto o desafío al que te has enfrentado hasta ahora como director de cine?

Definitivamente fue dirigir mi primer largometraje después de 20 años en el cine en otro tipo de proyectos. Toda la inexperiencia posible, y la responsabilidad de sacar adelante un proyecto con una historia hermosa y unos actores extraordinarios. Fue una gran aventura. Aunque cada proyecto tiene los mismos ingredientes, el primero siempre será el más difícil y quedará plasmado en el alma y en la memoria por siempre.

Para ti ¿cuáles deben ser los ingredientes y en qué proporción se deben dosificar para realizar una buena película?

Creo que las películas como la vida real debe tener un poco de todo: drama, comedia, suspenso, acción, amor de cualquier clase… la vida real, contiene un poco de todos los elementos como un buen plato, una buena pintura, o un buen libro. Te permite conectarte con todas tus emociones. Siempre algún aspecto sobrepasa a los otros, pero en las buenas historias en general, todos esos elementos hacen parte del relato.

¿Cómo se posiciona hoy el cine colombiano frente al cine latinoamericano en cuanto a propuestas innovadoras, atractivas para el público y sobre todo que cuenten historias interesantes?

Creo que el cine colombiano ha evolucionado de una manera increíble gracias a la variedad y la exploración de grandes artistas que han logrado llegar al mundo con sus obras audiovisuales. Tenemos tanta diversidad de pensamiento, que hemos logrado un abanico inmenso de posibilidades creativas que nos han posicionado positivamente como industria cinematográfica a nivel internacional y nos han permitido obtener la atención del planeta entero sobre nuestro cine.

¿Con cuál o cuáles directores de cine te identificas, admiras o han sido referente para ti? Yo te veo muy afin al cine italiano en su época dorada, sobre todo el neorrealismo de un Vittorio de Sicca o más recientemente Giuseppe Tornatore o Roberto Benigni o el francés Jean-Pierre Jeunet.

Tengo un gusto especial por el neorrealismo italiano, y soy un amante de esa época dorada del cine europeo en general. Soy fan de Tornatore, entre muchos otros de la misma tendencia que han hecho parte importante de mi formación académica, pero también amo el cine independiente de cualquier latitud del planeta y a veces te encuentras joyas increíbles donde menos te los esperas.

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¿Hay alguna historia de algún escritor que desearías adaptar al cine? ¿Y por qué es tan difícil lograr una buena adaptación, contadas excepciones (Farenheit 451 , Out of Africa, Desayuno con diamantes, por no citar que algunas)?

Varios de los proyectos en los que hemos estado trabajando recientemente han sido inspirados en libros de diferentes autores: Gustavo Castro Caycedo, Alirio Guerrero Guío, la Dra. Carmen Mirabal, entre otros. La diferencia entre leer un libro y ver una película, es que con el libro, la película la dirige el lector y la interpreta como quiera, mientras que en el cine se sugiere lo que el director interpretó o te quiere contar de lo que él percibió de ese mismo libro. Es una dura competencia pero es un gran reto para un equipo creativo.

¿Cómo ves la industria del cine colombiano en unos 20 años? ¿Qué consejos le darías a un joven realizador que desee comenzar su carrera en Colombia?

Hay un crecimiento evidente, yo diría estrepitoso y ciertamente riesgoso, pues al crecer la demanda crece la oferta y se corre el riesgo de caer en hacer cine por hacerlo. Tengo mucha fe en que sigamos evolucionando y no lo contrario. Creo que quien esté empezando en la industria del cine, debe tener claro su rol, su responsabilidad social en cuanto al mensaje que quiera difundir, y definir un estilo narrativo propio y auténtico. Veo un gran futuro en nuestra siguiente generación de realizadores.

¿Cuál es tu proyecto más inmediato? ¿Nos puedes hablar un poco sobre él?

Estoy en la dirección de una película increíble. Una historia hermosa contada con actores de primera línea a nivel latinoamericano. También estoy empezando una producción inspirada en un importante libro, pero en ambos casos, debo guardar confidencialidad hasta que se haga público cada proyecto. Muy pronto podremos compartir con todos esta gran alegría.

 

© Todas las fotos cortesía de Carlos del Castillo

 

 

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